Los cuentos bien contados son siempre una buena manera de explicar una verdad. El cuentacuentos, hoy un poquito olvidado, era a veces el portador de la sabiduría de toda una generación, capaz de explicarla y, por lo tanto, transmitirla. Era el encargado de convertir el conocimiento tácito en conocimiento explícito en aquellas épocas en las que nada se sabía de la gestión del conocimiento o la inteligencia colectiva.
Pasar de la sabiduría a la aplicación real del conocimiento y, por lo tanto, a la consecución de resultados, es una parte del business planning. Tim Berry nos explica cómo, bajo su punto de vista, contar buenas historias es el principio de un buen plan, que completarás cuando consigas que tu cuento se convierta en la realidad esperada.
A diferencia del concepto peyorativo y anticuado sobre la figura del comercial o responsable de marketing, aquél en el que contar historias era equivalente a contar mentiras, Berry nos convence de que una historia bien contada es el marco de referencia en el que construir tu estrategia, averiguar cómo llegar a ella y definir los pasos para irte acercando. También es la manera de aprender de éxitos y fracasos, solventar amenazas y aferrarse a las oportunidades.
La historia de nuestro negocio, de nuestro proyecto o, simplemente, de nuestro próximo paso, empieza cuando la explicamos bien, la desmenuzamos y la compartimos con el resto del equipo. ¡Contémosla!